Justo hoy, no sé bien ni por qué, aquí estoy otra vez, escribiéndote líneas que prometí no volver a escribirte. Curiosamente no sé ni por qu...
En una palabra, desde hace mucho tiempo ya no cree en nada, se ríe de todo y le resulta difícil resistirse a la fascinación vertiginosa de la estupidez humana. Pero quizá se esfuerza en reírse de todo para no tener que llorar y la ironía constituye su baluarte defensivo frente al mundo -y su salvación. Ya ha vivido una, dos o tres vidas.