Es curioso como de pronto vuelve todo a desordenarse. Cualquier palabra de ésas que te llegan directamente al sitio donde guardabas todo. No...
En una palabra, desde hace mucho tiempo ya no cree en nada, se ríe de todo y le resulta difícil resistirse a la fascinación vertiginosa de la estupidez humana. Pero quizá se esfuerza en reírse de todo para no tener que llorar y la ironía constituye su baluarte defensivo frente al mundo -y su salvación. Ya ha vivido una, dos o tres vidas.